El Barcelona dio un paso muy importante hacia la final de Copa tras imponerse al Villarreal por 3-1. Los goles de Messi, Iniesta y Piqué acercan a los catalanes al partido por el título, mientras que el tanto de Trigueros deja al Submarino una puerta abierta a la esperanza.
El partido fue una prueba más de que el equipo de Luis Enrique está en su mejor momento de la temporada. No sólo porque jugadores como Messi, Piqué, Mascherano o
Iniesta hayan recuperado su nivel, sino porque el Barça funciona como
conjunto. En algunos momentos de la primera parte, los catalanes
avasallaron al equipo de Marcelino sin contemplación. El entrenador barcelonista dejó a Xavi, Rakitic y Busquets
en el banquillo, puso a Mascherano en la medular y la apuesta le salió
bien. El Jefecito resultó clave en la contención de las contras
amarillas.
El Submarino aguantó con entereza las embestidas culés, pero eso no
evitó la derrota. Alternando el juego combinativo con algunas contras
eléctricas, el Barça martilleó el área visitante hasta encontrar el
premio. También afectó la lesión de Bruno a la media hora. Su salida del campo hizo del Villarreal un equipo más vulnerable. Fue Messi el que abrió la lata a pase de Suárez. El uruguayo aprovechó un error imperdonable de Pina y Musacchio para recuperar en la frontal y asistir a La Pulga.
El Villarreal encuentra petróleo
A pesar de
tener problemas para llegar al área rival, el Villarreal fue capaz de
mandar al Barça a vestuarios con el susto en el cuerpo. Vietto obligó a Ter Stegen
a hacer una estirada imposible justo antes del descanso. No estuvo tan
acertado el alemán nada más reanudarse el encuentro. Pudo hacer algo más
para evitar el tanto de Trigueros en el 48.
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¡Ana, faltan las etiquetas, tu nombre y el curso!
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